lunes, 25 de mayo de 2015

Taller de Lectoescritura


Este é o resultado do relato encadeado que vos anunciamos. Disfrutade da súa lectura:

RELATO ENCADEADO.

SARA 3º A
Eran las 9:30 y se estaba acabando de servir la cena. En su pequeño despacho, la Señorita Silvia Núñez terminaba de ordenar unos papeles cuando de repente, oyó un estruendo procedente de la sala contigua, el despacho del director.
Alarmada, abrió corriendo  la puerta. Un grito horrible inundó la sala.  EL Señor Fernández estaba en su sillón, muerto, con los ojos abiertos y un tiro en el pecho.
Presa del pánico, Silvia fue rápidamente a pedir ayuda.
Minutos más tarde el inspector Sergio Villanueva –un inspector joven pero con muy buen olfato- llegaba al Hotel Metropolitan cinco estrellas de Madrid, donde había tenido lugar este asesinato (o suicidio) de su director.
Lo recibió Silvia, quien en ese momento sabía que era la principal sospechosa.

MERALI 1º B

Ella sin saber que hacer intentó razonar con el inspector, pero a él le resultaba muy sospechoso que ella fuese la única que había escuchado el estruendoso disparo. Y además de todo esto… ¿Por qué el inspector tenía  a su lado la pistola pero sin huellas dactilares? ¿Por qué aparecieron unos guantes en la papelera del pasillo, al lado de la puerta de la oficina de Silvia? Silvia no lo sabe. Sólo quiere recordar el nombre de la persona que gritaba por el pasillo “¡Me vengaré!” minutos antes de lo ocurrido. Necesita recordar para salir de esta pesadilla, que sin duda dejará su reputación un largo tiempo por los suelos…

ANIA 1º B

Entonces se le ocurrió ir a su casa y hablar con su madre de todo lo que había pasado y la madre le dijo “yo no creo que fuera nadie conocido”.
Silvia se puso a pensar en el sospechoso, para que no la acusaran a ella de la muerte del director. Al día siguiente regresó al lugar del crimen y vio algo extraño en la ventana. Estaba abierta y en los arbustos había balas de pistola, las comparó con las de la pistola y eran iguales. Al contárselo al inspector se quedó sorprendido y resultó que en aquellas balas si había huellas dactilares y empezaron a comparar con todos los dedos de los niños y niñas del colegio hasta que encontraron un sospechoso, un niño de 1º de ESO pero resultaban muy parecidas pero no iguales y siguieron buscando y buscando durante días

CARLA 1º A

Silvia, desesperada, buscaba alguna pista que le pudiera ayudar, por mínima que fuera.
Revisó su agenda, contacto por contacto, unas 4 ó 5 veces cuando se percató de que tenía una página vacía, emborronada, como si hubiese tenido apuntado un número que ya no deseaba.
Tras observar la hoja detenidamente, apreció un ligero trazo a lápiz que mostraba un número de teléfono con su respectivo nombre.
Era Manuel Eireos, empleado con quien no se llevaba muy bien ni Silvia ni la víctima, por cierto.
Era un buen indicio para pensar que fue él, ya que llevaba bastante tiempo anhelando el puesto de director y sus ansias de venganza podían apreciarse a larga distancia.
Así conseguiría tanto su puesto deseado como saciar su sed de venganza.

LAURA 1ºA

Silvia decidió que lo mejor era mantenerlo en secreto, de momento. Ella no tenía duda alguna de que si acusaba tan pronto a alguien del asesinato del director, el inspector Villanueva sospecharía todavía más de ella.
A los dos días del asesinato se dijo que debía hacer algo para proporcionar pistas al inspector, llamó a Manuel Eireos para intentar conseguir información sobre su relación con el director y entregarlo lo antes posible a la policía.
Este le contestó a la tercera llamada ella lo encontró demasiado triste , dado lo que él odiaba al director , era bastante sospechoso que no estuviera contento de su muerte.
Quedaron a las 6:30 en el parque El Retiro para hablar sobre la repentina muerte del director. Después de hacerle varias preguntas, él le confesó que él y el director eran viejos amigos y que habían perdido toda relación aunque él sabía que el director andaba metido en negocios con gente poco recomendable y  intuía que pronto lo iban a asesinar. Silvia no sabía que decir ni que pensar así que se fue a su casa a reflexionar todo lo sucedido

NOELIA 1º B

Después de reflexionar, Silvia recordó una cosa que le había dicho Manuel Eireos, volvió a quedar con él, en su casa a las 7:15, él aceptó. Cuando fue a su casa volvieron a hablar y ella le dijo si se acordaba de lo que le había dicho el día anterior :
-          Usted me dijo que el día anterior estaba nervioso y que lo iban a matar- él asintió- me dijo que también habían discutido y fue justo cuando me hizo entrar en dudas”.
-          Usted está insinuando que yo lo maté
-          Yo no digo eso, lo que quiero preguntar es por  qué discutieron.
El  se quedó callado y no dijo nada más.

IBRAHIM 1º B

-          Se lo contaré ,pero no les diga que se lo he dicho o si no me matarán.
       -    Voy un momento al servicio, discúlpeme.                                                            
Silvia se puso a reflexionar  sobre lo que le había dicho Manuel cuando de pronto se oyó un disparo en el salón. Silvia fue a ver que pasaba y se encontró a Manuel muerto. Silvia tenía miedo; ¿ y si aún seguían en la casa? ¿y si querían matarla a ella también? Silvia  miró en cada rincón de la casa pero ya se habían ido. Inspeccionó las balas pero no sabía si  eran también las que mataron al señor Fernández. A la mañana siguiente fue al lugar del crimen y si  que eran las mismas balas. Silvia quería enseñárselas al detective Sergio y fue caminando porque la comisaría no quedaba lejos. Mientras  caminaba un señor le dijo que vio al asesino que mató al señor Fernández . Le dijo que se iba a reunir en el puerto  para que le pagara el que  le contrató. Silvia se lo contó todo, pero lo que ella no sabía era que el detective era el asesino. Cando se enteró Silvia ya era demasiado tarde pues Sergio la había dejado inconsciente. Silvia se despertó en  el  puerto y se preguntó quien la salvaría. Cuando Sergio fue a hablar con su jefe Silvia aprovechó y  le mandó un mensaje a Manuel para que avisara a la policía. Llegaron en el  último momento  para salvarla y detener al asesino y  a su  jefe. A los delincuentes les cayó una condena  de  50 años poque también  habían hecho otros delitos graves. La policía le dijo a Silvia si quería ser la nueva detective, ya que se le daba bien.
              
                  CONTINUARÁ

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